jazzportugal.ua.pt
HOME CONTACTOS BUSCA SUBSCRIÇÃO
 
agenda
media
escritos e entrevistas
músicos
jazzlinks
  escritos  ::  entrevistas  ::  trabalhos alunos UA  ::  e mail e fax  ::  riff  ::  Jazz de A a ZZ

escritos e entrevistas > lista de entrevistas > ver entrevista
Albert Sanz
25-10-2004 00:00
 
Seguramente cuando Albert Sanz (Valencia, 1978) tomó su primer biberón, alimentó al mismo tiempo sus oídos con alguna nota emitida por su padre o su madre, ambos músicos profesionales. Desde entonces, el pianista se ha desarrollado como persona, intérprete y compositor. A ello han contribuido sus clases en Valencia, Barcelona y Boston, pero también su contacto con otros músicos, alguno de ellos valencianos. En la siguiente entrevista nos habla de sus comienzos, su trayectoria y, con su habitual sentido del humor, de su último proyecto, Albert Sanz y los once dedos, estrenado en 2004 y que verá la luz como disco a comienzos de 2005. ¿Cómo te ha influido proceder de una familia musical? La verdad es que ahora es cuando poco a poco me voy dando cuenta de cuáles son mis influencias mas fuertes, esas que llevas marcadas y que determinan quién eres, o sea, mis “papás”. A medida que me voy conociendo mejor, me doy cuenta del origen de estos rasgos. En mi casa siempre pasaba algo relacionado con la música: unos días era mi padre ensayando con un grupo de cámara, o los conciertos que dirigía con la banda. Otro día, mi madre se sentaba al piano a escribir y tocar sus canciones, o me llevaba a un bolo suyo con Patxinguer Z. Yo no mostraba especial interés, era la cosa más normal. De vez en cuando improvisaba atonalitats pianísticas, pero eso duraba quince minutitos por semana. Hasta que un día me empecé a enganchar a los discos de mi madre. Desde ese día, mis padres han sido los mejores colegas, siempre me trataron de igual a igual, cero presión y todo el apoyo.Y es ahora cuando más me doy cuenta de que son unos musicazos. DE LA MÚSICA BRASILEÑA, LA CLÁSICA Y EL BOLERO AL JAZZ ¿En tu casa, cuando tú eras pequeño, se escuchaba jazz? Lo cierto es que no, pero sí música brasileña, clásica, boleros, tangos... Un día me puse un disco de Charlie Parker para probar y me pareció una marcianada. Con respecto a tu formación académica ¿Qué estudios hiciste en el conservatorio? No acabé la carrera, pero tuve un profesor de piano que me ponía las pilas y quisiera seguir estudiando con el: Paco Baró. ¿Te interesó o te interesa como intérprete algún otro instrumento que no sea el piano? Quién sabe, me pregunto si aún estoy a tiempo de dejarlo todo por el saxo... o la trompeta. Creo que sería más natural para mí tocar un instrumento de melodía, así, fuerte. A veces toco el bajo o la batería. ¿Dónde y con quién has estudiado jazz? En Valencia, en Barcelona y en Boston. Hubo algunos profes que me marcaron: sobre todo los de piano clásico: fueron los que más en serio se tomaban eso de enseñar música. Como es lógico, luego están los discos y el contacto directo con los demás. ¿Me puedes decir algún músico o algún disco que te impresionaran al comienzo? Sí, Sunday at the Village Vanguard de Bill Evans, Relaxin’ de Miles, y antes algunos discos de Tete que mi padre tenía y que me ponía, con cascos, en las edificantes clases del instituto. ¿Cuándo y por qué decidiste que el jazz era lo tuyo? Aún estoy por ver qué es lo mío, pero seguro que el jazz es la vía. ¿Cuál fue tu primera experiencia como músico de jazz en valencia? Fue en la escuela de Benimaclet; toqué con otras personas en un combo. ¡Qué ganas de tocar! A partir de entonces la cosa fue muy rápida y ya han pasado ocho años. ¿Qué importancia ha tenido el saxofonista Perico Sambeat en tu formación? Perico es una de las personas que más me ha enseñado, y sin apenas decir nada. Eso es sabiduría. Y además, es generoso, humilde y paciente como nadie. Ha hecho por mí tanto... y de la manera más natural. Tu primer disco fue Des d'aquí. ¿Cómo surgió? [El contrabajista catalán] David Mengual es otra persona a la que le debo mucho. Se le ocurrió la idea de hacer un disco conmigo, y a medias. Fue tan sencillo...Le guardo mucho cariño a esa sesión. David es un tío de cojones y con cojones: quiero decir iniciativa. ¿Por qué te fuiste a Estados Unidos? Porque me daban la oportunidad de estudiar gratis y empezaba a sentir que no podía acomodarme. Aparte de que es donde más cosas pasan en el jazz, of course. EXPERIENCIAS MEMORABLES EN NUEVA YORK ¿Recuerdas alguna experiencia en Nueva York memorable? Varias. En especial tocar con Kurt Rosenwinkel en Smalls, era tan fuerte que me asusté. Otra fue tocar mis temas en un club con mi banda soñada: Chris Cheek, Larry Grenadier y Jeff Ballard. Esto se grabó y acaba de salir en el sello Fresh Sound. ¿Qué han significado tu grupo neoyorkino, The Kalifactors? Encontrarme con un grupo de músicos que estaban en lo misma onda que yo. Sirvió para desarrollarnos y para escribir y arreglar música juntos. Es algo muy natural, pero que por desgracia no pasa a menudo. Seguimos tocando siempre que podemos. ¿Qué perspectivas tienes allí? Quiero pasar más tiempo en Nueva York y afrontar la escena más directamente. O sea, buscar oportunidades para tocar mi música allí. La escena ahora mismo está muy abierta, muy creativa, aunque dura en el aspecto económico: nada nuevo en Nueva York. En mi caso quiero aprovechar el hecho de conocer a tantos músicos que me inspiran y con los que tengo amistad para tocar lo mas posible. ¿Hay algún músico actual o pasado que te interese? Ahora mismo estoy escuchando de todo. De jazz, sobre todo Ornette Coleman y Gil Evans. ¿Tienes preferencias por algún tipo de formación, o te gusta tocar en cualquier contexto? Me gusta mucho tocar en cuarteto, aunque últimamente me empiezo a sentir bien en trío. Espero sentirme muy a gustito en onceto. Como improvisador eres un músico que arriesga mucho, que no se conforma con repetir una idea que ha encontrado, aunque sea buena. Ya me estoy cansando de enredarme así. Arriesgar de por si no tiene por qué ser una virtud. Quiero evolucionar. Pero te digo que aunque quizá esté haciendo de mi forma de tocar algo más definido y controlable, tirar de la cuerda es parte fuerte de mi carácter y creo que siempre será así. Hoy en día no eres nadie si no tocas un tema de Abba, o de Kurt Cobain, o de Prince, y los músicos de jazz cuidan cada vez más su imagen. ¿Qué opinas sobre esta presunta 'modernización'? Que cada cual toque o se vista como quiera. Simplemente me repatea que se le dé más importancia al cómo que al qué. Es como comprar el disco, abrirlo y ojearlo, ponerlo en el equipo y a los dos minutos ponerte a hacer otra cosa. LA FACETA COMPOSITIVA ¿Siempre te ha gustado componer? Siempre. Y últimamente he descubierto lo saludable que es ocupar el tiempo en esto, haciéndolo de manera constante. Pura terapia. ¿Qué nos puedes comentar sobre Albert Sanz y los once dedos? Se estrenó en el festival Xàbia Jazz, en agosto de 2004. Es una especie de suite en donde todo está interrelacionado. La formación incluye trompeta, trombón, dos trompas, saxo alto, dos saxos tenores (uno dobla con clarinete), clarinete bajo y sección rítmica. Como invitados, la cantante Mamen García (o sea, mi madre) y el saxo tenor Rob Stillman. Esta instrumentación la escogí basándome en un sonido imaginado, nunca escuchado por mí antes, y creo que tiene que ver con la forma en que toco el piano, en cómo distribuyo los acordes y las líneas melódicas. Hay mucha presencia de instrumentos graves. ¿Hay algún motivo en especial ? Me gusta el grave. La utilización de las trompas remite a Gil Evans. ¿Ha sido un modelo para ti? Gil Evans no deja de inspirarme, es la cosa más especial. No sé de nada parecido. ¿Te ha costado mucho escribir? ¿Partes de ideas melódicas, o de armonías? Parto sobre todo de temas que he ido guardando. Luego los desarrollo e incluso mezclo, o a veces escribo una melodía muy larga que hace un camino y no se repite más, o a veces parto de una secuencia armónica y la repito. Estoy experimentando con formas que dejan puertas abiertas, formas no cuadradas, aunque casi siempre acaba habiendo una lógica que cuadra con aquello que tiene un sentido. ¿Has incluido algún standard también? La verdad es que no hay ninguno. Me resulta más divertido y natural grabar repertorio original. El repertorio standard siempre estará ahí. Pero también están ahí las más bonitas versiones que se han hecho de ellos y que quedan en la memoria.

Jorge García
 
  Escritos e entrevistas  
 
   
Festivais  
 
   
Universidade de Aveiro
© 2006 UA | Desenvolvido por CEMED
 VEJA TAMBÉM... 
 José Duarte - Dados Biográficos